La lumbalgia, también conocida como dolor lumbar, se refiere al dolor localizado en la parte inferior de la espalda. Este dolor puede ser resultado de diversos factores que afectan la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral, incluyendo los músculos, ligamentos, discos intervertebrales y vértebras. Es una de las principales causas de discapacidad y ausentismo laboral en el mundo.
Las manipulaciones quiroprácticas pueden reducir significativamente el dolor lumbar.
Las técnicas quiroprácticas pueden ayudar a mejorar la flexibilidad y la movilidad de la columna.
Los ajustes quiroprácticos pueden disminuir la inflamación alrededor de las articulaciones y los tejidos.
La quiropráctica puede ayudar a prevenir futuros episodios de lumbalgia mediante la corrección de desalineaciones vertebrales y la promoción de una postura adecuada.
Para prevenir la lumbalgia, es importante mantener una buena postura, realizar ejercicios regularmente, evitar levantar objetos pesados de manera incorrecta y mantener un peso saludable.
Debe consultar a un médico si el dolor lumbar es severo, persiste por más de unas pocas semanas, se irradia a las piernas, o si presenta debilidad, entumecimiento o problemas para controlar la vejiga o los intestinos.
Sí, la quiropráctica es generalmente segura cuando es realizada por un profesional licenciado. Siempre es importante comunicar cualquier condición médica preexistente al quiropráctico antes de iniciar el tratamiento.
La duración del cuidado varía según la severidad de la lumbalgia y la respuesta individual al tratamiento. Algunos pacientes experimentan alivio después de unas pocas sesiones, mientras que otros pueden requerir un tratamiento más prolongado.
No, generalmente no se necesita una referencia médica para consultar a un quiropráctico. Sin embargo, es recomendable hablar con su médico de atención primaria antes de comenzar cualquier nuevo tratamiento.