El Trastorno del Espectro Autista (TEA) afecta a millones de personas en todo el mundo, manifestándose de formas muy diversas. Desde dificultades en la comunicación hasta comportamientos repetitivos, cada caso es único. Aunque el TEA no tiene cura, existen enfoques complementarios que pueden mejorar la calidad de vida de quienes lo experimentan.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un conjunto de condiciones neurodesarrollativas que afectan el comportamiento, la comunicación y la interacción social. El término "espectro" refleja la gran variedad de síntomas e intensidad en los que se presenta esta condición.
El TEA no discrimina género ni edad y se diagnostica comúnmente en la infancia, aunque puede permanecer sin identificar hasta la adultez si los síntomas son leves.
Los síntomas del espectro autista pueden variar significativamente entre una persona y otra. Sin embargo, algunos signos comunes incluyen:
El espectro autista no es una sola condición; incluye varias categorías, que anteriormente se clasificaban en subtipos. Aunque la terminología ha evolucionado, es importante conocer estas variantes:
Hoy en día, todos estos términos se engloban dentro del diagnóstico único de TEA, con especificaciones sobre el nivel de soporte necesario.
Aunque la quiropráctica no es un cuidado directo para el TEA, puede ofrecer beneficios complementarios centrados en el sistema nervioso. ¿Cómo? El sistema nervioso controla todas las funciones del cuerpo, incluida la capacidad de procesar estímulos sensoriales y regular emociones. Una columna vertebral saludable optimiza la comunicación entre el cerebro y el cuerpo, lo que puede ser especialmente útil para personas con TEA.
En centros con certificaciones como SOT en pediatría o el método Webster, los profesionales están capacitados para trabajar con las necesidades específicas de niños y adultos con desafíos neurológicos.
No, el TEA no tiene cura. Sin embargo, la quiropráctica puede mejorar la calidad de vida al optimizar la función neurológica y aliviar ciertos síntomas.
Sí, siempre que sea realizada por un quiropráctico certificado y con experiencia en pediatría. Las técnicas son suaves y adaptadas a cada paciente.
Esto depende de cada individuo. Algunas personas notan beneficios en pocas sesiones, mientras que otras requieren atención regular.
La quiropráctica se centra en el sistema nervioso y la columna vertebral, trabajando de manera no invasiva para potenciar la salud integral.
Sí, los ajustes pueden relajar el sistema nervioso, favoreciendo un sueño más profundo y reparador.
No, aunque siempre es recomendable informar al quiropráctico sobre cualquier diagnóstico médico para ajustar el enfoque del cuidado.