La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta principalmente el cartílago. Este tejido actúa como un amortiguador entre los huesos, y cuando se desgasta, los huesos comienzan a rozarse, causando dolor, hinchazón y pérdida de movilidad.
Aunque suele asociarse con el envejecimiento, la artrosis no es exclusiva de personas mayores. Factores como lesiones anteriores, genética, obesidad y el uso excesivo de las articulaciones también pueden desencadenarla.
La artrosis puede afectar diferentes partes del cuerpo, y cada tipo tiene sus particularidades:
Si bien no existe cura para la artrosis, los quiroprácticos pueden desempeñar un papel clave en su manejo. A través de técnicas específicas y no invasivas, la quiropráctica ayuda a aliviar el dolor, mejorar la movilidad y fomentar la salud general de las articulaciones.
No, aunque ambas afectan las articulaciones, la artritis incluye inflamación activa, mientras que la artrosis es un desgaste del cartílago.
No necesariamente. Aunque es más común en personas mayores, también puede presentarse en jóvenes debido a lesiones o factores genéticos.
No, el daño al cartílago es irreversible, pero con el cuidado adecuado, como la quiropráctica, se puede ralentizar el progreso y aliviar los síntomas.
Evita ejercicios de alto impacto como correr o saltar. Opta por actividades suaves como nadar, caminar o yoga.
Depende de cada caso, pero muchas personas reportan alivio después de unas pocas sesiones.
Sí, una dieta equilibrada rica en antioxidantes y baja en alimentos procesados puede reducir la inflamación y mejorar la salud articular.